domingo, 23 de febrero de 2014

La excomunión ipso facto y las reacciones inesperadas que genera.

El pasado trece de febrero muchos medios de comunicación recogieron entre sus noticias las palabras pronunciadas por el ex secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino. Éste afirmó, sin pudor ni rubor, que "si se realiza un aborto, todos los que han colaborado directamente y cuya colaboración ha sido necesaria para que se lleve a cabo, tienen pena de excomunión ipso facto, porque la Iglesia quiere defender a los débiles, no porque esté en contra de las mujeres".

En un primer momento pensé, -¡vaya, es una pena!-. Porque si hubiera dicho todos y todas o, en su defecto, todas las personas, pues podría acogerme al maravilloso derecho de ser excomulgada inmediatamente... Pero al instante caí en la cuenta de que las palabras brotaban de la boca de un miembro de una de las instituciones más machistas, homófobas y retrógradas de España -y parte del extranjero, que diría mi abuela- y entonces confirmé que sí, que las mujeres también podríamos acogernos a la "excomunión ipso facto" también conocida como "excomunión express". 

Al parecer, no fui la única que "vio las puertas del cielo abiertas", no veo expresión cargada de connotaciones religiosas más adecuada para este momento, ya que, a los pocos días El Colectivo Harimaguada invitó a todas aquellas personas que lo quisieran, a presentar sus solicitudes de excomunión ipso facto, ya fuera por haber abortado, inducido o colaborado en un aborto", el viernes día 21 de enero.

Anuncio de la convocatoria para la excomunión ipso facto
elaborado por el Colectivo Harimaguada.
Lo cierto es que se recogieron en torno a las trescientas solicitudes para la excomuniones ipso facto en las puertas del Obispado de La Laguna. Sí, ese edificio inmenso del que es máximo representante el Obispo de Tenerife, Bernárdo Álvarez, más conocido por afirmar salvajadas tales como que"algunos menores incitan al abuso sexual", en el año 2007.

El hecho es que fueran las que fuesen las razones que tuviera cada una de las personas allí presentes para solicitar la excomunión, y digamos que del tirón podría decir más de diez, la satisfacción de haber presentado tal solicitud se fue diluyendo poco a poco una vez que salí de la burbuja de la concentración y fui estableciendo contacto con mi entorno más próximo.
Puerta del Obispado rellenando solicitudes para la excomunión.
FUENTE: Asociación Mercedes Machado.

Y es que me sorprendió y mucho, que personas con las que tengo contacto prácticamente a diario, aunque ni cristianas ni practicantes, bautizadas todas ellas, sintieran realmente reticencia al hecho de la excomunión. "No se lo digas a tal persona que te la cargas", "a mí no me molesta estar inscrita", "me parece una falta de respeto a mis padres"... 

Que sí, que de la misma manera que yo he decidido presentar mi excomunión aquí cada una puede hacer lo que quiera pero, ¿de verdad la gente asume como un hecho irrenunciable el permanecer en el registro y computar como miembros de una institución religiosa tan machista? ¿Es que no les importa formar parte de una iglesia -con minúscula- en la que a la mayoría de las personas no se nos pidió opinión para ser inscritas? Una institución que -no pensemos en el pasado, las guerras y la Inquisición que se me hiela la sangre-, en la actualidad no deja de hostigar continuamente a las mujeres por el simple hecho de serlo e insisten en controlar nuestros cuerpos, nuestra sexualidad y nuestra capacidad reproductora para intentar que la adaptemos a sus parámetros patriarcales en las que ellos están arriba y nosotras soportamos el peso de la sociedad. 

No nos olvidemos además de la discriminación total que sufrimos lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales... en definitiva, cualquier persona que no entre dentro del binomio "macho-hembra".
Performance Teatro Mundo.
FUENTE: Arriba las que luchan.
Una secta que no tiene escrúpulos en decir que quieren proteger a los débiles, incluídas nosotras las mujeres, que acepta dinero del Estado para Iglesias, crucifijos y sotanas pero no paga impuestos que repercutan en garantías sociales para la población en general. 

Me consuela pensar que la cuestión es que la gente está harta de realizar trámites burocráticos de duración infinita y que les resulta demasiado tedioso tener que hacerlos también para que los eliminen de un registro. Sin embargo, si no es esta la razón y tampoco un convencimiento "cristiano" de querer formar parte de esta religión, no me queda más remedio que pensar que debe ser muy duro ser cómplice de una institución machista, patriarcal, homófoba, discriminatoria... y así, con todos los adjetivos negativos que vengan a la mente de cada cual.

Fotos del acto de excomunión publicadas por el Colectivo Harimaguada. Pincha Aquí

Fotos del acto do de excomunión y performance propiedad de Manueljarmas. Aquí.


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